Agencias.- China aprobó por primera vez la seguridad del trigo editado genéticamente, en un paso para abrir la tecnología a los cultivos alimentarios mientras Pekín avanza con cautela en el cultivo comercial de cosechas modificadas genéticamente.
En el último año, China ha incrementado las autorizaciones de semillas de maíz y soja modificadas genéticamente, más productivas y resistentes a insectos y herbicidas, para garantizar su seguridad alimentaria, pero la adopción sigue siendo lenta y cautelosa debido a la preocupación por su impacto en la salud y la ecología.
China importa sobre todo cultivos modificados genéticamente, como maíz y soja, para alimentación animal, y cultiva variedades no modificadas genéticamente para consumo alimentario. Muchos consumidores chinos siguen preocupadospor la seguridad de los cultivos alimentarios modificados genéticamente.
La aprobación del trigo editado genéticamente resistente a las enfermedades se considera un hito, ya que el ingrediente usado para hacer pasta, fideos y pan se cultiva principalmente para el consumo alimentario. China es el mayor productor y consumidor de trigo del mundo.
“Es un gran paso, podemos ver la luz para que China abra las autorizaciones a otros cultivos alimentarios”, dijo un ejecutivo de la industria de semillas.
A diferencia de la modificación genética, que introduce genes extraños en una planta, la edición genética altera los genes existentes para cambiar o mejorar su rendimiento y algunos científicos la consideran menos arriesgada que modificarlos genéticamente.
El Ministerio de Agricultura también aprobó el miércoles una nueva variedad de maíz modificado genéticamente con rasgos de resistencia a herbicidas e insectos, así como una variedad de maíz editado genéticamente de mayor rendimiento.